Simposi Internacional
Barcelona, 18 de setembre de 2009
Coordinen: Alicia Cid, Patricia Hermosilla, Sandra Martínez, Adriana Ornellas, Paulo Padilla Petry. Universitat de Barcelona.
Sebastián González Losada, Mª del Pilar García Rodríguez, Mª de los Ángeles Triviño García. Universidad de Huelva.
La profunda transformación en la que está inmersa desde hace unos años la educación superior hace necesaria la introducción de cambios, no únicamente de carácter estructural, sino también en el ámbito de la docencia. Pero, al mismo tiempo, los cambios requieren un cuidadoso proceso de reflexión, análisis crítico y prudencia política. Ante esta realidad se han puesto en marcha diferentes estrategias institucionalizadas y propuestas de innovación docente en prácticamente la totalidad de universidades españolas.
Sin embargo pese al gran esfuerzo para institucionalizar los procesos de innovación docente, con una intención descriptiva y aproximativa de su realidad, no se encuentran estudios rigurosos y generalizados de descripción y análisis de los mismos, y menos aun evaluaciones de los Planes de Innovación Docente institucionalizados.
En esta comunicación se explica cómo se ha llevado a cabo el proceso de evaluación de los Planes de Innovación Docente de las Universidades Andaluzas y se aportan las conclusiones a las que se ha llegado tras la obtención de los resultados. El estudio se ha realizado empleando la técnica de análisis de datos secundarios, para posteriormente realizar una evaluación más en profundidad, aplicando la evaluación de impacto. Por último se propone, como plan de mejora inherente a todo proceso de evaluación, un modelo de Programa de Innovación Docente el cual se ha elaborado teniendo en cuenta las fortalezas encontradas así como las distintas mejoras propuestas en cada universidad.
Sebastián González Losada, Mª del Pilar García Rodríguez, Mª de los Ángeles Triviño García. Universidad de Huelva.
Mejorar a través de la evaluación es lo que han transmitido los distintos planes nacionales de calidad de las universidades, los cuales, desde la década de los noventa en España, han apostado por la evaluación institucional, siendo muchas las titulaciones, los departamentos y los servicios universitarios evaluados. Pese a todo y aun existiendo reflexiones sobre las consecuencias de aquella, no se han llevado a cabo en nuestro país hasta el momento ninguna evaluación de impacto que midiera el alcance de la evaluación institucional y emitiera un juicio de valor de cara a la toma de decisiones por los responsables.
En la comunicación que aquí se presenta se justifica la necesidad de evaluar el impacto de los procesos de evaluación institucional en la Universidad y se expone cómo se está llevando a cabo a nivel andaluz mediante una investigación evaluativa enmarcada dentro de la metodología orientada a la emisión de juicios de valor y planes de mejora. Para alcanzar nuestro objetivo se está utilizando el modelo CINDA, que actualmente dirige Luis Eduardo González (González, 2005; p.13 y ss.), que propone siete dimensiones agrupadas a su vez en otras tres: A) Coherencia de los logros con los fines. B) Recursos y C) Procesos. La metodología que estamos empleando se basa en tres instrumentos para la recogida de información, teniendo por tanto, un carácter mixto: análisis de documentos, cuestionario y grupos de discusión.
Actualmente a la espera de tener los resultados definitivos del análisis de los datos recogidos en el proceso de encuestación, adelantamos los primeros, obtenidos consecuencia del análisis de los documentos, memorias anuales que la Agencia Andaluza de Evaluación (antes UCUA) ha venido elaborando, y de un primer proceso de encuestación a una muestra representativa de la población objeto de estudio.
Teniendo en cuenta que los resultados presentados son parciales puesto que el estudio sigue su curso teniendo prevista su finalización en el año 2012, se puede decir que si bien los procesos de evaluación institucional se han extendido en la totalidad de las universidades andaluzas, únicamente las personas implicadas en dichos procesos son las que se encuentran en condiciones de opinar sobre su impacto en la universidad; se deduce, por tanto, que el impacto de aquellos no se reconoce a nivel general (lo cual no quiere decir que no exista) sino en círculos reducidos. No obstante hay que señalar que el impacto de la evaluación institucional se presupone positivo dado que muchas universidades siguen implicadas en la puesta en marcha y desarrollo de las acciones planteadas en los distintos planes de mejora, tal y como se extrae del análisis de los documentos antes citados.
Este trabajo de investigación lo está desarrollando un equipo de investigadores de las Universidades de Huelva, Cádiz, Málaga, Córdoba y Almería, siendo la primera de éstas, la Universidad de referencia.
Maria rosa Garcia Ruiz, Natalia Gonzalez Fernandez, Sonsoles Guerra Liaño. Universidad de Cantabria.
La entrada en el EEES ha supuesto un cambio sin precedentes en la Universidad española a todos los niveles. Uno de los cambios o de los retos más importantes a los que se enfrenta el profesorado es el cambio de forma de trabajar en el aula, lo que denominamos metodología, para mejorar el proceso de aprendizaje del alumnado. En esta comunicación se presentan los resultados de la implementación de las metodologías activas de enseñanza, aprendizaje y evaluación, concretamente del aprendizaje cooperativo, y de la adquisición de competencias que genera en el alumnado. Los resultados de este trabajo corresponden a las actividades realizadas en la Facultad de Educación de la Universidad de Cantabria, desde el año 2005.
Para ello se ha diseñado un cuestionario, con el que son los propios estudiantes los que valoran su aprendizaje siguiendo esta metodología, respecto a los métodos de carácter más tradicional que se ha venido utilizando en la docencia universitaria, basada, fundamentalmente, en la lección magistral.
Las competencias que se analizan en este experiencia son: la capacidad de síntesis, habilidades comunicativas, capacidad de de análisis y reflexión, crítica constructiva, implicación, autonomía, iniciativa, creatividad, autoevaluación y autoplanificación.
Se observan, tras el análisis de los datos, cómo la valoración del alumnado en la consecución de estas competencias es significativamente más positiva tras la implementación del aprendizaje cooperativo por el profesorado, a pesar, incluso, de que el tiempo de dedicación a los trabajos grupales se incremente considerablemente.
Por lo tanto, y a la luz de los resultados, podemos afirmar que los estudiantes que trabajan en el aula, y fuera de ella, en grupos de aprendizaje cooperativo, consideran que no solo aprenden más, sino mejor, desarrollando una serie de competencias esenciales en la formación universitaria.
Francesc Calvo Ortega. Universitat de Barcelona.
El nuevo sistema de acreditación del profesorado universitario plantea una problemática importante respeto a la profesionalización de los nuevos docentes dentro el marco de la EEES: las Agencias de Calidad avalan unos pre requisitos de acceso o promoción (colaborador, lector, ayudante) pero no habilitan específicamente unas condiciones de profesionalidad que, en última instancia, se les supone a los candidatos que obtienen la acreditación.
Este “hándicap” incide directamente en el significado que hoy tiene el concepto de profesionalización, ya que a falta de una dilatada experiencia docente y investigadora los profesores noveles tienen que llenar esta carencia con el sistema de formación para la docencia que tiende versus una tarea de reconstrucción de la identidad del colectivo docente más joven en cuanto a la adquisición de nuevas competencias y una nueva reflexión a propósito de la relación que tienen que establecer con los educandos que hasta entonces no se había planteado.
Así, esta reconstrucción apunta directamente a la formación docente como núcleo dinámico a partir del cual el profesor se puede reconocer como profesional de la docencia. En esta breve comunicación trataremos de clarificar el sentido diferenciado que en la actualidad tiene el proceso de profesionalización de la tarea docente: una profesionalización de la función de “formador”, en el sentido de una transformación de la función en la profesión y, a la vez, en el sentido de la evolución de la profesionalidad del docente.
Serrat, nuria; Jarauta, Beatriz; Aranega, Susanna. Universitat de Barcelona.
Las nuevas demandas vinculadas a la implantación del Sistema Europeo de Educación Superior implican, tanto por parte del profesorado como del alumnado del ámbito universitario, la necesidad de una reorganización metodológica, curricular y evaluativa.
La experiencia que se presenta parte de una investigación puesta en marcha en el seno de un equipo docente de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona cuyo principal objetivo es proponer un cambio en los procesos de enseñanza-aprendizaje, focalizando su atención en el trabajo autónomo del alumnado y en el trabajo colaborativo entre docentes.
A través de observaciones no participantes en el aula, grupos de discusión con los estudiantes, análisis de las carpetas de aprendizaje de los alumnos y del diario reflexivo del profesorado, actualmente se están llevando a cabo un seguimiento de los resultados del proyecto y de la satisfacción de los estudiantes y de los docentes implicados con relación a los cambios diseñados.
La investigación está aportando datos de interés respecto a los nuevos caminos que debe emprender la docencia universitaria en el marco de los retos que supone la aplicación del Plan de Bolonia.
María José García San Pedro. Universitat Autònoma de Barcelona.
El proceso de Bolonia ha llevado a que las titulaciones deben ser rediseñadas desde un enfoque que favorece el desarrollo de las competencias de los estudiantes. Esto conlleva a que el profesorado se enfrente a un nuevo modelo docente y a nuevos desafíos en su profesión. Estos cambios de paradigma tienen consecuencias en el diseño y la práctica curricular que merecen ser estudiados con detenimiento.
Los resultados y reflexiones que se presentan en esta comunicación son parte de un estudio de casos realizado entre titulaciones del contexto español que han experimentado el primer año de implantación del grado. Se realiza un estudio de casos múltiple desde una perspectiva cualitativa. La muestra, seleccionada bajo criterio de máxima variación y consulta a expertos, se conformó con 54 personas vinculadas a 9 titulaciones del territorio español. Los instrumentos que se aplicaron fueron entrevistas individuales y colectivas, grupos de discusión, notas de campo y observación directa.
La identificación de los casos que desarrollan en forma avanzada evaluación por competencias, ha sido una tarea muy ardua y costosa. Los grados se encuentran implantando el primer año y es difícil acceder a las valoraciones cuando el proceso aún no está acabado.
Las condiciones de éxito identificadas se relacionan con la cultura innovadora de las titulaciones y con estrategias institucionales de apoyo a la innovación y al desarrollo profesional del profesorado. Se han identificado “buenas prácticas” de evaluación y se obtienen criterios fundamentales que favorecen la evaluación por competencias. Estos aportes pretenden favorecer la reflexión y el establecimniento de estretegias para facilitar la adopción del nuevo paradigma de enseñanza universitaria.
Jose Miguel Correa Gorospe, Luis Pedro Gutiérrez, Estibaliz Jiménez de Aberasturi, Lore Fernández Olaskoaga. Universidad del Pais Vasco.
Presentamos una primera evaluación del proyecto de innovación pedagógica que desarrollamos en la Escuela de Formación del Profesorado de San Sebastián.
La finalidad principal del proyecto es contribuir a formar maestras y maestros de educación infantil con un alto grado de autonomía intelectual, capacidad para trabajar en equipo y en redes colaborativas, de creatividad y predisposición para arriesgarse a seguir aprendiendo a lo largo de la vida personal y profesional.
Las experiencias de formación inicial del profesorado a menudo reproducen modelos que lejos de afrontar el reto de capacitar a los futuros profesores para el cambio permanente, la creatividad y los contextos de alta incertidumbre, reproducen un modelo de aprendiz de maestro carente de capacidad crítica y ejecutor de conocimientos, mandatos y competencias aprendidas en el contexto de las aulas universitarias que les deja indefensos ante los procesos de socialización profesional.
¿Pero cómo podemos implementar un modelo de formación que promueva una actitud crítica hacia la educación y la práctica escolar, que sirva para replantearnos qué hacemos y cómo lo hacemos y nos capacite para afrontar los cambios que deberemos afrontar en nuestra profesión y reorientar nuestra formación identificando competencias nuevas a aprender?
Durante estos dos últimos cursos hemos estado trabajando estos ejes vertebrales de la indagación-transformación, el aprendizaje por proyectos, las posibilidades de los lenguajes multimedia, el aprovechamiento y exploración de los recursos que ofrecen los soportes tecnológicos para redes sociales y la incorporación de los portafolios como herramienta bio-narrativa del proceso de construcción, transformación y desarrollo de la identidad de los futuros docentes. Hemos pasado de cuestionar los límites disciplinares y nuestro propio aislamiento en nuestras asignaturas a cuestionarnos formal e informalmente otros dimensiones relacionadas con la raza, la lengua y el género, a intentar desnaturalizar muchos de los prejuicios que aparentemente estaban muy distantes de lo que ocurre en nuestras aulas y debe de ser parte de nuestro currículo.
En nuestro vocabulario han aparecido términos atrevidos como el de trasformación, emancipación y resistencia. En las aulas y en nuestros textos hemos centrado nuestros esfuerzos en insistir sobre la importancia del aprendizaje de la cultura escolar y las estrategias parar desafiar los modelos y representaciones tradicionales del maestro/a y de la escuela.
Esbrina (antic grup de recerca consolidat Formació, Innovació i Noves Tecnologies)
Sala d'actes.
Facultat de Belles Arts.
Carrer Pau Gargallo, 4.
08028 Barcelona.